miércoles, diciembre 14, 2005

felicidad

Los últimos veranos de mi juventud no han llegado. Paseando por Nueva York escribo poesía en prosa que rima en asonante. Estudio asuntos complicados y miro como cae la nieve por la ventana. Las alubias crecen a ritmos espeluznantes, con agua y luz llegan hasta el cielo y dan hojas verdes sin brillo. La ropa se mancha y el único remedio es la lejia. Producto que no puedes tocar y debes manipular con guantes, es peligroso.
Yo sólo quería ponerme la peluca y bailar con un cepillo en la mano.
Quería estudiar planetas y asteroides, sus movimientos y trayetorias rectilineas. No pudo ser, cambié mi futuro por una bolsa de palomitas. Pero soy feliz, que es lo que importa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es lo único importante...