lunes, junio 25, 2007

NO leas mi blog hoy

Estoy intentando persuadirte para que no sigas leyendo, pero creo que no me haces mucho caso.
Déjalo aquí, por favor. No sigas al siguiente paso.
Bien, parece que no quieres dejarlo. Voy a intentarlo de otra manera: hoy mi blog es aburrido, soporífero... Si sigues y llegas al final, habrás perdido tiempo de tu vida para nada.
Y dale. ¿Pero no te das cuenta de que si sigues leyendo vas a quitarle la razón a muchos estudios de investigación? Se han invertido importantísimas sumas de dinero para demotrar que la publicidad debe decir de forma literal lo que debe hacer la gente. Si se demuestra lo contrario, todo esto podría generar una gran polémica. ¿Qué pasará con los cientos de anuncios que siguen estríctamente las reglas que les han marcado dichos estudios?
Estás poniendo en peligro la credibilidad de muchas personas.
Este anuncio es un claro ejemplo de lo que NO debe ser un anuncio. El titular es negativo, incluye la palabra NO. Se supone que es un atentado contra... BASTA!!!! No leas más. Ya está bien. Todo lo que sigue no tiene el menor interés.
Las importaciones de nísperos a Zambia han descendido un 4% en el último año. El equipo de ping pong de Kuala Lumpur va a fabricar sus propias pelotas. Va un caracol y derrapa. Mi abuela toca el piano. No te rindes.
Venga, léete este otro renglón.
Increíble.
A pesar de todo, estás llegando al final. Y mira que lo he intentado.
He cumplido todas las reglas de publicidad. Una por una. Y nada. Lo has leído todo.
Jodidas reglas. No sirven para nada.
(©shackleton/lollipop)

3 comentarios:

Sincopado dijo...

Estimada Brigitte, yo no me lo he leído. No sé si he hecho bien, pero te he hecho caso.

¿Qué pasa al final con tu verano?

BeL dijo...

Yo sí que he leído hasta el final. Y me ha hecho gracia llevarte la contraria en tu blog. Tal vez tengas razón y la publicidad tendría que cambiar de métodos.
El que te digan que no hagas algo ya es un motivo para hacerlo.
Muy buena Brig.

Anónimo dijo...

Cómo funciona conmigo la psicología inversa... Es aterrador. Creo que mi conducta es tan previsible que podrías llegar a sacarme hasta el último céntimo, si te lo propusieras.