Tengo una amiga en el metro, se llama "La Yesi". Nunca he hablado con ella, pero quizá algún día le diga algo. La Yesi tiene el pelo castaño tirando a rubio, va peinada como la fea de la tele, lleva gafas y una horquilla grande sujetando el flequillo. Lleva un abrigo marrón claro de corte recto hasta las rodillas. Siempre lleva la línea del ojo azul turquesa.
Siempre tiene el mismo gesto en la cara, no sonríe ni está seria.
La Yesi es muy puntual y cuando me encuentro con ella en el vagón quiere decir que llego tarde a trabajar.
jueves, marzo 27, 2008
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4 comentarios:
pobre yesi
dile algo, anda
Es el caso de una persona-horario. Una persona en funciones de marcador temporal.
Nos suele suceder.
Cuentaselo.
La Yesi guarda silencio. La expresión de su cara también. Oculta su cuerpo tras su abrigo marrón. Está cansada de ser juzgada por mil personas cada día, y quiere pasar desapercibida. Sabe que de esa manera ha puesto un filtro, y que quien le hable valdrá la pena.
la Yesi es feliz, seguro, mujer sin complejos, enamorada, vestida y maquillada a su gusto, que no tenemos que compartir. La vida está llena de Yesis felices y Jacobos infelices. Me alegro por ella y por todos sus compañeros.
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