martes, abril 18, 2006

envases...

Si tienen problemas para abrir los plásticos de los alimentos, no se preocupen: llegan envases inteligentes. ¿Que por qué inteligentes?, porque en el exterior, además de ponerte la fecha de caducidad y los ingredientes en quince idiomas, te dice en qué estado se encuentra el producto que contiene. Aparece marcado con un color: si está bien verde, si ha empeorado el amarillo y si ya ha caducado, el color rojo. Así sabremos seguro qué comemos y en qué condiciones está.
Este packaging, o envoltorio, tan moderno se presentó ayer en la feria Hispack de Barcelona. Esto es, un total de 2164 empresas que dialogan sobre si ponen doce o quince idiomas en la etiqueta y muestran los últimos inventos y ocurrencias para guardar los alimentos en buen estado.
A pesar de estas sofisticaciones que tardarán mucho en llegar a nuestras manos, nos quedan los productos de siempre. Algunos evolucionados y otros no tanto.
El packaging es algo en lo que todos somos expertos lo queramos o no. Cualquiera maneja al día muchos productos envasados, desde la leche del desayuno hasta la pasta de dientes de la noche. La vida misma te va curtiendo en mil batallas. Hasta el más pintado sabe qué tetrabrick es más fácil de abrir y qué tableta de chocolate está mejor envuelta.
Pero hay muchos enigmas sobre los envases que quizá las empresas de esta feria pueden resolver: ¿qué sentido tienen los abre fácil si en el 90% de las veces no se pueden abrir o en el mejor de los casos terminas abriéndolo por otro sitio?, ¿qué quiere decir que el yogur tiene Omega 3?, ¿qué son los trigliceridos?, ¿por qué cuando abres un paquete de clinex te quedas con la solapa de la que estiras en la mano?
Pensarán, “qué torpe que ni sabe abrir un triste paquete de clinex ni qué es un triglicérido”, pero estoy segura de que a ustedes también les pasa. Ya me dirán si han conseguido alguna vez utilizar el bote de ketchup, mostaza o similar, y no dejarlo pringado después. ¿Quién no se ha cortado abriendo una lata de mejillones, olivas o anchoas? Recuerdo que una vez me corté con una caja de pelotas de tenis. Sí, ya saben, de estas que salen tres, una encima de otra, que nadie sabe por qué además de la tapa de plástico tienen una como las de las aceitunas.
Tras estas quejas, voy a excusar a los especialistas del packaging, alegando que la técnica es más complicada de lo que parece: no sólo se busca informar, también debe atraer a los ojos del consumidor. Y ustedes sabrán qué cosas les llaman la atención hoy en día…

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